miércoles, 26 de octubre de 2011

Poesía.

La poesía es amoral. La poesía es asexual. La poesía lo es todo. La poesía se desfragmenta como una flor envejecida. La poesía se vuelve polvo. La poesía somos todos. La poesía se vuelve luz. La poesía es pura locura. La poesía son cortes de piel. La poesía es el lienzo virgen. La poesía es pura locura. La poesía es una mentira disfrazada de verdad. La poesía es magma hirviente. La poesía satisface al alma. La poesía excita al asceta. La poesía existe en soledad. La poesía llora luz. La poesía es una catarata de pasión. La poesía es el sol congelado. La poesía es puro amor.

La poesía sólo es.

Espasmos de luz incandescente

Todo empieza con pequeños jadeos, pequeñitos y diminutos como tus cosquillas, lindos y suaves como tus besos en el cuello. Así hasta subir la intensidad al nivel electroshock.


Suicidio efímero,

no hay zumbidos ni hay ayer.


La cabeza trepidante revolotea como los últimos espasmos de una convulsion mortal mientras sientes como toda la energía acumulada de años y años de decepción se derrite en fantasía etérea.


La espina dorsal jadeante de placer.


Ya no atravieso mi coche con violencia contra la vida, ni eyaculo sobre Dios, solo vuelo sin sentir, vuelo en manía. Me rasco de ansias los ojos hasta deshacerme de ellos, sentir vibrar la calidez de la sangre me sulfura en paisajes infinitos.


Los instantes se vuelven eternos y el sexo se fragua de cosmos, son ocasos momentáneos, es la lucidez plena de la locura, son tus orgamos dentro de mí, es el calor del sol.


Y me estrello a mil por hora

y me deshago en tirajes de carne espiritual.


No muero, no me acabo, solo me transformo debajo de la insípida sangre de la depresión. Me he tragado al Fénix, me he tragado a la muerte de mi madre, me he tragado tu espíritu y ahora soy todas las nubes cósmicas en plena danza de viento.


Los dientes rechinan y tiemblan como acorazados lanzados desde el cielo, las bombas nucleares me queman la sien, el esperma se vuelve magma y tu imagen delirios.


Caos, caos,

demencial caos.


Me lanzo a los abismos y me deshago del paracaídas, busco las rocas más duras en donde caer, quiero vidrios, quiero pasión, quiero saliva, quiero tu sexo, quiero el frenesí.


Y me arrodillo,

frenético, maniático, excitado.


Que esta luz tan repentina nunca se acabe.

Que este fuego ardiente siempre combustione.

Que esta poderosa manía nunca se vaya.


(Y las luces moderan su intensidad.)

jueves, 15 de septiembre de 2011

Acostumbrarnos a la humedad

escribo arabescos con tus lágrimas de miel en lo amplio del ventanal,

el vidrio opacado por el vaho de la penumbra y nuestros alientos

me incita a cortar tu lánguida y calientita lengua en rollitos de placer,

recuerdo jugar con ella

mientras nos pellizcábamos los párpados

extenuados de tantos ocasos de luz,

entrando y saliendo

una y otra vez en nuestro cuerpos.



sumas y sumas de gracia,

como la noche eterna que escribo en la piel,

como el pecado andante de tu belleza ancestral

mítica como la noche

tan perfecta como solo tú sabes serlo.



y respiro dibujos de gotas abstractas llenas de tintas y color,

tantos sentidos en revolución andante aullan en trepidante gloria.

beso a la tierra fértil que me ata a mis raíces

mientras bebo toda la humedad de mi vida

y la de tu ser.

seguiré ideando en como transformar las partículas de sol

en astillitas de deliciosas gotas

para así mojarnos

hasta que dure lo que dura un fragmento de infinito

y volvernos humedad entre los poros.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Yin Yang

Dale un click a la imagen para ver mejor los detalles.

Envía un correo a abrahamlinan@gmail.com con la talla de tus dedos y te daré la fecha de cuando estén listos (máximo una semana) y la dirección de a donde podrás pasar a recogerlos (cerca de Plaza Fiesta San Agustín).

$300.00 mx
el par.


jueves, 8 de septiembre de 2011

Las flores a morir

Mientras sigues encerrada

en lo más recóndito

de una diminuta caja de concreto y cristal

yo sigo afuera

oliendo el olor a panteón

que emana de mi piel,

a su pútrida tierra de muerte y dolo,

a las espinas de flores marchitas

que envenenan de pesar la latitud,

al hueso corroído hasta la ceniza,

a los órganos coagulosos y regordetes

devorados por millares de gusanos.

Y no es un mal hedor,

solo es el hedor

de la eternidad incorpórea.

Cierro a la par mis manos

capturando la más exquisita de todas las esencias,

entre mis dedos apretados pongo el ojo

y diviso el olvido,

es como un remolino espacial

que gotea un negro tan oscuro que me causa pavor.

Mis manos son un espacio suficiente

donde cohabitan infinitas almas

que lloran ante el espanto del último suspiro.

Con mis manos cubro a plenitud un espacio dulce

en donde el tiempo dejó de capturar al ayer

y lanzó al abandono

el transcurrir de tu legado.

Mis manos se desfragmentan

como granada mártir al limpiar mis lágrimas.

En mis manos cabe toda tu vida.

Mis manos aplastan toda vida.

Mis manos se desmoronan

como arena soplada.

La muerte no es sino una mera confusión

entre lo que respira a través de la carne

y lo volátil de la fantasía.

La muerte es un alfiler

enterrado en el corazón

que deja lentamente de sangrar.

La muerte es la estaca profunda

que se quedó perdida en las marañas

de nuestras entrañas.

Podrán pasar un millón de días y sin embargo

las espinas se aferran a uno como la sal al mar.

Podrán nacer un millón de madres

y todas están destinadas a caer

una vez la puesta del sol.

La muerte es vida efímera

intrincada en lo más hondo de nuestras almas.

La muerte es un recuerdo póstumo de la materia que se esfuma.

La muerte es perderse a nado

en un pajar de caos.

La muerte son nubes infinitas

que danzan al compás del tronido de las ramas.

La muerte es cuestión de nulidad

y una línea trazada por el más intenso de los carbones

desde el punto cero hasta el punto de nunca acabar.

La muerte no se olvida,

se vive

y es un pesar tan intenso

que las fibras más insensibles de nuestro ser

se tiñen de un rojo tan vivo que quema,

extrema al espíritu

y lo oprime con lo más pesado de su objeción .

Y mientras mis órganos siguen cargados de calor vital,

escupiendo,

blasfemando

y latiendo como marimbas silenciosas,

la muerte me aguarda sigilosa,

detrás de las montañas que tendré,

algún día,

atravesar.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Caliente

Nací de la tierra árida que se incrusta entre los dedos del pie cuando desnudo camino por el desierto. Sensible como el corazón elegí el trazar esbozos de sangre en las ruinas vorágines de la nada.


Soy caliente como tu boca. De madre cálida nacida en el desierto. Soy de mar, soy del sur, anclado en aguas termales del trópico. Soy del vientre térmico de mi madre. Extensión de sus ovarios, semilla incipiente del esperma. El sexo fue ardiente. Soy cálido como el abrazo, como el beso, como el sexo.


Solo busco el contemplar y sentir. El despertar con caricias llenas de sol en mi magro cuerpo. El dormir bajo el lecho de la palma. Cobijado entre humos de coco y copal. Adormecido por el sabio elíxir de la amapola.


Soy sufragio de la piel. Disfruto de sudar y el quemarme bajo la frágil estela del fuego.


Y me corto profundamente para drenar todo frío y dejar que la cálida paz de la virginidad del mar entre en mí. Así, calientita y recóndita. Dentro, muy dentro. En paz y en calidez.


Para que después del infinito vuelva cálidas cenizas. Rojitas, amarillas, naranjas y sol. Para que después de muerto vuelva a eyacular en vida.


Calientita vida.

jueves, 28 de julio de 2011

No dejan hablar al pintor

Ubiquémonos dentro de un lujoso bar frecuentado por estudiantes, hipsters, artistas, pensadores, intelectuales, drogadictos, ninfómanas y pseudo todo. Y como todo en la vida, la minoría tiene un verdadero talento e intelecto. En cambio, la mayoría no tiene noción alguna sobre la contemplación, tampoco sobre el verdadero, inestable y absurdo sentido de la vida pero les encanta mostrar la cartera hinchada, vestirse como Lady Gaga, pincharse la vena en público y sentirse más perspicaces que todos los nóbeles literatos juntos.


Tú, lector, sabes de qué tipo de lugar se está narrando.


Hay más de cien personas en el lugar y todas me dan lo mismo o menos que lo mismo, asco. Enfoquémonos solamente en dos de ellas a las que ligeramente llegué a apreciar. Es una linda y nueva pareja alcohólica bebiendo y comiéndose a besos. Ella trae en su mano un martini seco, él un whiskey en las rocas. Vaya lindos novios que gustan del trago. No conocen a sus mutuas amistades pero eso no impide al amor. No llevan mucho de conocerse pero eso no implica que no puedan follar demencialmente, como si se fuera a acabar el mundo.


De repente pasa a su lado uno de los mejores amigos del chico y como verdadero hallazgo monumental lo jala del brazo, lo trae consigo y lo introduce a su chica.


Él - Él es Santiago y es un gran doctor. Ha salvado muchas vidas y tiene dinero. Tiene sus días resueltos y míralo, mira su ser, es alto, delgado y guapo. Ah sí, el muy cabrón también pinta y vende sus cuadros más caros que mis poemarios hundidos en la pobreza. Ése es mi Santiago. Estás muy cabrón. Como diría mi padre, eres todo un exitoso.


Ella - Oh, suena interesante. Y dime Santiago, ¿qué cosas pintas? ¿de qué habla tu arte?


Él - Penes, Santiago pinta penes. Son la piedra angular de su obra. Pitos de todos tipos, sabores, tamaños y colores. Es un cosmopolita que viaja por todo el mundo curando, salvando vidas y lo que más le gusta, pintando penes de distintas nacionalidades en sus grandes lienzos de oro y marfil. Siento envidia, de la buena, de tu éxito, Santiago cabrón.


Ella - Oh…un precursor desfachatado. Doctor artista. Estoy impresionada. Suena a genialidad.


Él - Mmm, yo lo llamo el hiperrealista virtuoso, deberías de ver su obra, como fotografía calidad millones de pixeles del aparato reproductor masculino. Casi sientes como sale el aparato de su lienzo a punto de picarte un ojo. Ubico a Santiago como a un caudal de la postmodernidad vomitando trocitos de coherencia. La demencia es lo de hoy. Por un momento pensé que estaba ante un genio. Es muy bueno, pero no es un genio.


Ella - ¿Sí? ¿y que fue lo que te hizo cambiar de opinión sobre su probable genio?


Él - El análisis escrupuloso de su obra. He concluido sin temor a equívoco que mi querido amigo es un degenerado. El tipo está completamente chiflado y lleno de excéntricas parafilias. La última vez lo encontré masturbándose ante un compilado de mierda, tierra, sangre y dolor. Santiago, estás muy cabrón y eres un enfermo mental.


Ella - Eres un exagerado. Yo siempre he pensado que tú eres un chiflado. En lo poco que te conozco así te veo.


Él – Oh, innegable mi pequeño corazón, innegable, pero pasemos a cosas más duras. Recuerdo cuando posé para uno de sus cuadros que son en gran formato ¿te acuerdas, cabrón? Pues resulta que este hijo de puta pintó mi pene en un liencito de no más de cinco por cinco centímetros. Vaya culerada. Resulta que fue el único lienzo que no se vendió. Todavía lo recuerdo como si fuera ayer. ¿Verdad Santi?


Santiago – Hey, ¿porqué eres tan impertinente cuando bebes? Siempre es lo mismo y como siempre me apenas frente a los nuevos conocidos, en este caso a tu nueva chica, que por cierto, mucho gusto. La verdad es que no sé como las mujeres se fijan en este patán pobre y cabrón. Tú disfrútalo mientras dure. En fin, no tengo mucho tiempo y estoy buscando a un chico. Los espero el viernes en mi casa, cocinaré gourmet y si tienen suerte los invitaré a una probable orgía. Habrá vino y luciérnagas llenando de alegría mi morada.


Ella – Gracias, claro que me encantaría ir.


Él – Amor, ni te ilusiones, tú seguirás conmigo. Santiago es gay.


Ella – Oh.


Siguieron en el lugar hasta que el dinero ganado de su último cuento que trata sobre la triste vida de un tipo que no hacía nada más que acostarse a esperar la muerte, se acabó después de algunos tragos. Ahora esperan el viernes para ir a saludar al buen pintor y cenar gourmet.

martes, 3 de mayo de 2011

Experimento que fluye: Rabia

¿Vieron como caían a montones y montones los pajarillos? Es cosa de la rabia. Así lo supuse por experiencia previa. En el trance del ritual entró el jaguar del chamán en mi recoveco espiritual para desgarrar mi alma, entrar por las heridas e iluminarme con tal pensamiento. Si te cargas de rabia matas toda posibilidad. Si te cargas de rabia matas el instante. Si te cargas de rabia te pudres lentamente.


Como estaba ganchado y el efecto psicodélico estaba en su auge no emití ningún juicio durante el acto. Después del mismo dormí durante las siguientes 48 horas esperando el gran diluvio. Desperté y todo seguía igual. Bueno, no todo. Mis finanzas (las ñangas y enclenques de mis finanzas) mermaban y el Chamán era varios miles de pesos más rico.


Rabia: Muerte. Según el Chamán, vale aclarar.


Afortunadamente no creo en los chamanes. Ni en las religiones. Ni en sus Dioses. ¿En la humanidad acaso? Vaya, ni que fuera un romántico empedernido, tampoco un intelectual de izquierda. Mucho menos un artista maldito o un retrasado. En lo único que creo es en lo jodido de la noche y lo áspero de la mañana. Si a esto se le llame creer, vale aclarar. Entonces ¿Rabia? Al carajo con ella.


Volaban con sus alas amarillas, verdes y plateadas sublimes sobre mi cabeza. Luego, al primer pensamiento ruin las vi caer a borbotones en gélidos colores indecentes. Pobres pajarillos débiles. Casualidad, me dije para mis adentros. Casualidad.


Luego, sentado, equilibrado y perfecto me encontraba esperando el alba del cosmos y su calor infinito de miles de soles. Me disponía a erigir en mi imaginación los pechos más grandes e insólitos de todo el universo surcando y elevándose desde lo más profundo del océano. Divisaba toda esta eucaristía desde la piedra más alta del mediterráneo. Estaba solo y al mundo le daba igual. Primero fueron remolinos acuosos en el mar que cargados de furia salpicaban mi rostro. Lamía mis labios pensando en leche materna. Deliciosa y salina leche materna. Después poco a poquito el hermoso par de carne. Cristo, vaya fantasía hermosa.


Después de mostrar los primeros destellos de pezón y de vida, mi líbido empezaba a crecer. Todo iba perfecto hasta que llegó volando una gaviota y me robó mi único y jugoso mango del día que aguardaba a mi lado tan sereno como la luna esperando a ser devorado. Grandísima hija de puta. Ojalá el petróleo haga lo suyo y acabe con toda tu estirpe, le grité mientras le lanzaba una piedra que nunca la tocó. Me enfurecí tanto que los pechos desaparecieron y empezó a llover. Fue mi peor pulmonía del 2007.


Moraleja: No comas mangos en la playa. Ah si. Y si rabias tanto morirás de cáncer.


Filosofía pura ¿verdad?

jueves, 24 de marzo de 2011

Llorar

Sólo cuando estás solo y el silencio está durmiendo. Cuando la luz es devorada por las penumbras y la oscuridad se pierde entre el tiempo. Sollozar hasta que las lágrimas aguaden tus ojitos y salgan derretidos de sus órbitas como la miel escurriendo por la rosa comisura de tus labios. Dejar que los pulmones hinchen incesantemente al ritmo del vals mientras las heridas sanan y tu alma vuela. El agua de mis ojos se mezcla con sal y eucaristía.


Es hora de volver juntos al mar y ahogarnos de paz.

Amores en tiempos de guerra

Después de afirmarle que estaba seguro que no podría volver a escribir ese pedazo de orgasmo femenino -vaya difíciles que son- se sentó en el sofá junto a la botella de ron, se sirvió un trago directo a la boca y manifestó de la manera más triste posible.

- Necesito conseguir un psicólogo bueno, pero barato.

- Lo mismo digo yo, corazón. Pásame la botella.

- En verdad lo necesito, creo que estoy jodido.

- Vamos, no te pongas emocional. Cuando intenté la terapia quedé peor. ¿Te acuerdas cuando salté del balcón y ¡Oh vaya vida! caí en la basura?

- No.

-Bueno, eso pasó cuando iba a terapia.

- Yo creo que sigues ahí, en la basura. Hasta hueles mal.

- Si no me pagaras todo ahorita mismo te dejaría para irme a follar al primero que se me pusiera enfrente. Pásame la botella. Haré como si no estuvieras acá.

- Vamos pequeña, si ya haces como si no estuviera acá. Pero si, mejor bebamos.

Él se dispuso a hacer las pases y empezó por crear una atmósfera de paz: calló por largo rato. Además cada que sorbía del bello cuello del ron inmediatamente después lo pasaba a su primer y único gran amor. Después de más de dos horas de beber en silencio se paró a poner música, batallando por el cansancio de los años, trastabillando por el pesar del licor. El nombre de la canción ni yo mismo la conozco. Sólo sé que era su canción. De los dos.

- ¿Te acuerdas?

- Oye, no tengo ganas de bailar.

- ¿No te acuerdas?

- Claro que sí. Con ella de fondo en el cuarto que estaba lleno de hormigas y zancudos me metiste mano por primera vez.

- No seas tan románticamente promiscua. Antes de meterte mano la bailamos desaforados, extasiados, enamorados. ¿No te acuerdas?

- Mmmm. Sí, me gusta el recuerdo pero es muy lejano.

- ¡Estás vieja! No tanto como yo pero tu cabeza ya no recuerda. Demasiado licor.

- Pues el licor es lo único que me ha mantenido a flote a tu lado.

- Ok. Pásame el trago.

Vaya gran lío. Eran pareja y en algún tiempo felices. Como todos alguna vez lo fuimos en un tiempo. Como en algún punto lo fueron las plantas y los animales antes de que apareciéramos a destruirles su hogar que tanto respetaban. ¿Recuerdas de pequeño cómo lloraste al enterarte de su partida? No lo hagas. No llegarás muy lejos con tales pensamientos.

Esta decadente historia tiene un rápido fin porque se me han ido las ideas, como alcohol evaporándose al abrazar el suelo. Los tipos acabaron la botella y siguieron con un poco de cerveza. Estuvieron tan borrachos que intentaron hacer el amor. Él no consiguió erección. Ella, no consiguió quitarse el vestido. Vaya hermosa congeniatura universal.


Amor verdadero en tiempos de guerra.

domingo, 20 de marzo de 2011

Grandes Inventos para la Humanidad





Les presento a mis muy queridos prendedores de la colección "Grandes Inventos para la Humanidad" que diseñé como mi gran aportación a la estirpe humana a través de esta sátira ironía del producto. Son 4 diferentes: AK47, revólver, magnum y granada.

En lo personal considero que el diseño y creación de armas es de los actos más profundos e intelectuales que puede ejercer la cabeza humana. Jodidamente, a la par de este gran esfuerzo por desarrollar productos de alto impacto, de alta tecnología e innovación, eficacia y facilidad utilitaria con el usuario, su creación está enfocada a la destrucción escrupulosa de nosotros mismos como especie. Y vaya dato, después de la trata de personas y el narcotráfico, la venta de armas ilegales es el negocio más redituable de nuestro planeta. Zas.


Vivo en Nuevo León, México, un estado acechado por la violencia que recrudecida empapa de pesadilla y sangre nuestros días y nuestras noches. Estoy totalmente en contra de la violencia. Cursimente y casi religiosamente concuerdo con el discurso del buen Jesucristo, algo así como lo siguiente: el amor es la verdadera solución para las cosas. A pesar de todo esto, la realidad es otra, el ser humano es el peor y más agresivo depredador de la vida misma.


Vamos mal, digo, vamos mal.


Por naturaleza física el humano es de los seres más débiles que existen, en esta diversidad natural podemos encontrar infinidad de ejemplos de seres dotados de condiciones físicas mucho más fortísimas que nosotros. Desde nuestros inicios estábamos sometidos a vivir en cavernas porque no soportamos el clima, escapábamos de los animales más grandes y la única manera de hacerles frente era reunir a un grupo de muchos cazadores para hacerle frente a una bestia solitaria. Vivíamos con la cola entre las patas. Instintivamente estuvimos destinados a temer de todo. Temíamos del clima, de las bestias y de ciertas plantas, a pesar de todo nuestra inteligencia nos mantuvo firmes en el camino y evolucionamos. Conforme fuimos creciendo y desarrollándonos en comunidades cada vez más grandes y sedentarias nuestros miedos también fueron cambiando. Temíamos de nosotros mismos, de quien fuese más corpulento y fuerte para acabar contigo, de quien tuviera lanzas y espadas para atacar, después de quién tuviera armas de fuego. Luego nuestro miedo cambió hacia los pensamientos distintos hacia profesar otras religiones, hacia los colores de la piel, hacia ideologías políticas. Y la lista se hace infinita.


¿Afortunadamente? estamos dotatos de inteligencia mental que nos ha llevado a una evolución en todo nuestro rededor. Nuestra cabeza ideaba los remedios más certeros para nuestras necesidades, y nuestras manos -ahora las máquinas- se encargaban de darle forma a lo pensado. Lo que estoy afirmando es que desde el primer momento en que existimos estuvimos llenos de miedo, temor y nervios ante todo lo que nos rodeaba. Y como el miedo es una necesidad que satisfacer inventamos las armas. Y cuando estas eran más eficaces y letales que las de los contrarios podíamos finalmente dormir en paz y sentirnos veraderamente seguros.


Vaya evolución de mierda.


NO. En el fondo creo que el ser humano no tiene solución. Aunque guardo una pequeña y quizás estúpida esperanza que en cuestión de MUCHOS miles de años la condición básica humana ya no sea tan deplorable, atemorizada y violenta como lo ha sido desde sus inicios.


Si me compras algún prendedor, te lo entrego acompañado de un bonito empaque negro junto a un pequeño pergamino casi celestial con pensamientos propios respecto a estas "la mejor manera de sentirse seguro es saber que eres capaz de aplastar y acabar con todo lo que te rodea…”, entre otras peores.


Directo al grano, me gusta colgarme estos accesorios porque si tenemos armas con nosotros nos sentimos superiores, protegidos, chingones, que nadie podrá con nosotros, que no nos volverán a apuntar con un arma en la cabeza, no más asaltos, no más temor. Como no tengo dinero para comprar un AK47 y aunque lo tuviera sé que no tendría la osadía de portarla a mis anchas, uso estos lindos accesorios manufacturados a través de vectores digitales, cortes láser y acabados con mis manos.


Si les gustan pueden ir a comprarlas a la Madriguera del Barrio Antiguo o pedírmelos directamente a mi correo abrahamlinan@gmail.com


Para no seguir aburriéndolos con ideas propias de las cuales seguramente no obtendré nada los dejo con la siguiente afirmación universal para la paz y respeto humano:


HAGAN MUCHO EL AMOR.

jueves, 17 de febrero de 2011

Quitan mis moldes y no los ponen.

Después de ejercitar este precioso y tonificado cuerpo y de cenar all bran con melón y leche me disponía a dormir. Eran aproximadamente quince minutos después de la media noche. Antes de acostarme a dormir me invadió una terrible necesidad por enmendar ciertos asuntos cotidianos como arreglar mi ropa lavada, colgarla en ganchos, coser dos botones de una camisa azul, tirar basura y más. También osé en atreverme a intentar ordenar los archivos de mi computadora. Poner las cosas en su lugar. Carpetas por materias y calificaciones de mis alumnos, entre otros muchos archivos basura. Dió la una de la mañana y todo iba bien. Incluso estrenaba La Zona Sucia de Nacho Vegas mientras el mundo follaba trepidantemente entre moteles y chocolates ya que horas antes era San Valentín.

No, algo me faltaba por hacer. Claro, me dije a mis adentros. Los bellos anillos de resina pues si no los hago no los terminaré para el día de la entrega, por ende seré el niño más pobre del universo, sin gasolina para mover mi coche, sin morlacos para ligar a las nenas, sin plata para arreglar los frenos de mi coche, sin billete para cambiar las llantas del mismo, sin nada para beber, para comer y para muchas otras mundanidades que nos agobian. Y eso que sigo viviendo en casa de mi padre. Vaya futuro que me espera. Joder.

Tomé fuerzas de lo más recóndito de mi alma y bajé a ponerme esos guantos tan coquetos de látex que tanto me gustan para proceder a trabajar con joyería fantástica. Me preparaba para la realización de un molde de caucho para un anillo y a su vez el vaciado de resina dentro de un molde ya anteriormente hecho.

Como me estoy cansando y al escribir se me pasa el enojo, les resumiré la tragicomedia del momento. El cochino molde de caucho fraguó tan rápido que se quedó a la mitad del vaciado y dejó un hoyito en el mismo haciéndolo inservible. Todo se jodió y pensé por un momento que debía de colgarme del abanico del techo de mi cuarto. Antes de ir por la soga pensé Tranquilo vato, sereno moreno, todavía queda por vaciar la resina antes que se ponga dura en el molde correspondiente. Con una gran sonrisota estúpida batía y batía la venenosa pócima, mezclándola y meneándola de una manera tan sensual para eliminar toda impureza de burbujas satánicas que no dejan hacer bien tu trabajo.

Y que la mezcla queda tan pura como los ojos del colibrí con el que sueño a diario. ¡Bendito sea cupido!

EUREKA, es hora de vaciar este hermoso elixir en su correspondiente molde. Pero cuando todo va bien, el destino se encarga de abofetearte por enésima vez, la PUTA MADRE, no hay moldes en la cajita de los moldes. ¿Dónde están mis moldes? ¿Porqué los quitan? ¿Quién se atrevió a robar mis horas y horas de arduo sudor?

Exacto, creo que se quien fue el culpable, alguien de mi familia los tiró y estoy pensando que fue mi padre. Seguramente no está orgulloso que su hijo le tire al hippie de vez en cuando para sacar adelante esta deplorable vida -económicamente hablando- que lleva a sus casi veinte y cinco primaveras. Tampoco que sobreviva con un salario de maestro universitario. Seguramente me veía como Presidente de la República, empresario tipo Slim o algún IngeCientiBiónico de la NASA.

“Te convertirás en lo que eres” me digo una y otra vez hasta sentir la calma Nietzscheniana que me hace pensar “Vamos bien, dije, vamos bien”.

Creo que tengo que salirme de casa. Vaya dolorosa afirmación. ¿No tengo para gasolina pero creo que podré rentar un departamento zona no balacera? Mejor, seguiré bebiendo hasta ganar la lotería.

Hice la soga a un lado, me puse a saltarla como cuerda bailarina de pequeña niña hasta cansar mis sentidos.

Sulfurando me fui a mi cuarto, me sentía diezmado, violado, víctima y frágil. No podía dormir hasta que empecé con esta triste, fortísima e intensa y real historia.

Se está cometiendo una injusticia: quitan los moldes y no los ponen.

lunes, 14 de febrero de 2011

Feliz día de San Valentín

Es la vigésima cuarta vez que se me presenta este cochino día. Vaya largo trecho recorrido. Vaya agobio soportado.

Hoy tengo ganas de reprobar a todos mis alumnos y de patalear y gritar porque es un día NO especial donde el único ganador es el marketing y los moteles. Donde cupido posa con aires de grandeza su patética feminidad infantil y la contaminación anota un gol con millones y millones de post its desperdiciados en toda la "humanidad" de los coches que desaforados buscan el mejor y más próximo exilio sin luz para pasar al placer carnal en este día tan estridente.

Mientras tanto seguiré bebiendo hasta encontrar esas hermosas y regordetas nubes en donde posar mi asqueroso pesar.

Afortunadamente HOY en España sale a la luz el nuevo disco de Nacho Vegas "La zona sucia", el folklor decadente hace presencia en este día seguramente por razones de equilibrio universal. Después de tanta cursilería frívola y publicitaria un poco de agresión colosal a la estirpe humana no le viene nada mal al cosmos. Esto es lo único que mantiene mi espíritu inquebrantable como pepita de oro recién secuestrada de la mina.

"Vamos bien, dije, vamos bien."

Además se acerca mi cumpleaños de plata haciéndome saber que cada vez soy más viejo y en algún punto mi enclenque cuerpo marchitará frágil como las hojas en otoño y mi corazón quebrará como cristal impactándose al suelo.

Y al llegar a mi hogar, al lado de mi cama me encontraré con mi hermosa y provocadora Sexus de Miller que se encuentra en trance orgásmico mientras leo sus caóticas historias que embargan las relaciones humanas.

Disfruten su día que yo haré lo mío. Y recuerden que me gusta escupir sobre quimeras haciéndome acreedor del mote Abrahamor "la gran broma final".

Los quiero.

Ea.

jueves, 20 de enero de 2011

Hoy es primero.

Este es el nuevo vuelo, ¿sientes las alas?

emerge el Fénix y torna Pavorreal.

Como cristales perfectos que empuñan la gloria,

así como la luz haciéndose vida.


Ícaro nunca cayó. Él prefirió las profundidades del mar.


Reencarné en alma para predicar vuelos inhóspitos, dejé la impaciente oscuridad para desembocar en la embriaguez multicolor, chupé nectar del pezón lunar para emerger del profundo vientre del sol.


Ven, acá, cerquita, bailemos este valz.


Estas son mis líneas y hoy es la primera. Esta es mi estigma de mi marchita cruz. El regreso fue cuestión de tiempo y de no morir. La vida pide gritos y yo solo concedo.


Hoy eyaculo libertad.